El Consumismo

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Los momentos que vivimos, se expresan en consumo extremo, de inmediatez, del compre ya, todo al alcance de nuestras posibilidades, nada nos impide satisfacer el deseo de comprar, los planes accesibles y descuentos extras, con ofertas tentadoras, nos lleva a la insatisfacción permanente debido a que surgirá algo nuevo para consumir.
El mercado originó a un hombre consumista, que lucha de alguna manera con las tentaciones que el sistema le propone para encontrar el supuesto bienestar que nunca llega.
Es importante hacer mención que pertenecemos a una cultura del consumo desmedido, en la que todo vale para adquirir y sentirse bien, sentirse pleno, pero realmente el problema surge cuando ya no hay nada más para adquirir, pues ya lo hemos adquirido todo. Entonces en la sociedad de la información y la comunicación, sólo interesa la propia satisfacción sin importar ni ver al prójimo…
En la escuela esto no pasa desapercibido, es un tema más que convoca a los docentes a reflexionar junto con los alumnos pues somos parte de esta cultura del consumo. ¿Cómo hacer prevalecer los valores? ¿Cómo reflexionar sobre la importancia del ser más que el tener? ¿Yo soy o yo tengo? ¿Se puede pensar que el hombre de hoy es libre o cada vez posee menos libertad?
En definitiva podemos pensar que el hombre es prisionero del consumo que lo envuelve y lo consume a él mismo.
Por último, no quisiéramos olvidarnos del más hermoso de los objetos de consumo “el cuerpo”; en la actualidad, el culto al cuerpo ha pasado a ser una de las características más notorias de la sociedad, donde se busca la belleza y la perfección en el cumplimiento de unos cánones preestablecidos; así, se impone la belleza como un derecho y un deber que todos debemos cumplir. Parece ser que lo importante no es gustarse a uno mismo, sino gustar a los demás, y para ello tenemos que seguir la belleza establecida por la moda.
La respuesta, en última instancia depende, tan sólo, de cada persona, puesto que, si bien es verdad que nos encontramos en una sociedad desarrollada, con avances científicos, también, es cierto que vivimos en una sociedad donde la miseria psicológica y cultural es elevada, como revelan, entre otros datos, las estadísticas de asistencia psiquiátrica, el alcoholismo y otras toxicomanías, las tasas de divorcios y de suicidios, etc.; estos datos revelan que la cuestión de los objetivos finales, individuales y colectivos (sentido de la vida, autoestima, felicidad personal, solidaridad colectiva, etc.) han sido empobrecidos por los objetivos utilitaristas, productivistas y consumistas de la sociedad de consumo.

Ana Lía Mollica
Directora Esc. 25-DE 6

Silvia Alejandra Antivero
Vicedirectora Esc. 25 – DE 6