LA CASA DEL HISTORIADOR

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En la calle Venezuela 469 se encuentra una de las casas particulares más antiguas de Buenos Aires. Similar en su frente a la Casa de Tucumán, casi se pierde para el abigarrado gentío que pasa frente a ella cada día, ya que son pocos los que se detienen a observar su interior de portones abiertos.

Este solar perteneció a Martín Simón de Sarratea, construido en 1788, constituye un patrimonio edilicio valiosísimo y fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1942. El anteúltimo virrey del Río de la Plata, Santiago de Liniers, héroe de las Invasiones Inglesas, formó parte del clan Sarratea a partir de su casamiento con María Martina, hija del dueño de la casa y vivió allí entre 1805 y 1809. Por eso se explica que utilizara ese lugar para que el Jefe de las tropas inglesas, William Carr Beresford, firmara la rendición el 12 de agosto de 1806.

Actualmente esta es la Casa del Historiador y durante los fines de semana se realizan visitas animadas por un grupo de teatro que sobre un libro de Marisé Monteiro y con la puesta en escena y dirección general de Pablo Sodor, ofrecen junto a un grupo de ocho actores, una estupenda recreación de la época colonial. Allí, Manuela, la mulata, nos presenta al simpático aguatero, quien mantiene una animada charla con el público y asistimos luego a la rendición de Beresford frente a Liniers.

Continuando con la visita, la acción se desplaza, cruzando el patio donde se realizan actualmente excavaciones arqueológicas, a la Casa Estrada en Bolívar 466. Esta propiedad pasó a manos de la familia Estrada por ser descendientes del Virrey Liniers. El guía es ahora Adolfo, el fantasma del mayordomo de don Ángel, fundador de la Editorial Estrada,famosa por sus manuales y textos escolares, que relata como don Estrada trasladó en 1878 sus oficinas a la calle Bolívar en cuyos altos don Ángel había fijado su residencia. Ese mismo año instaló sus propios talleres gráficos de impresiones generales en el inmueble sobre la calle Venezuela, en la que fuera residencia del Virrey. Desde el imponente comedor de la casona, Adolfo nos hace revivir el festejo por la promulgación de la Ley Sáenz Peña y nos conduce luego a la planta baja, donde se encuentra una antigua Minerva utilizada para impresiones manuales, nos muestra los tipos usados para armar textos y la forma en que se imprimía a mano. La visita culmina con la entrega al público de banderitas argentinas.

La Editorial Estrada fue adquirida por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en 2010 y desde entonces funciona allí la Dirección General Patrimonio e Instituto Histórico, integrada por las áreas de Patrimonio, Archivo Histórico e Investigación. Ahí se pueden adquirir sus publicaciones, consultar su Biblioteca y recibir asesoramiento sobre temas patrimoniales. También se puede visitar su Centro Arqueológico y asistir a las diversas actividades culturales, lo mismo que en la Casa del Historiador.

El espectáculo presentado en formato de visita guiada es altamente recomendable para grandes y chicos porque además de conocer tan importantes edificios, se revive el clima de las dos épocas: comienzo y fines del siglo XIX, con respeto y fino humor, dejando en los visitantes la inquietud de querer saber más sobre nuestra historia.